Los costes variables son un gasto empresarial sujeto a cambios cuando varían los volúmenes de ventas. Así, los costes variables podrían aumentar o disminuir en función de la producción actual de una compañía.
Costes variables vs. costes fijos: ¿qué diferencia hay?
A diferencia de los costes variables, que pueden cambiar en función del volumen de un producto o servicio prestado, los costes fijos son los que no fluctúan en función del volumen de ventas. Los costes fijos pueden referirse a contratos de alquiler o acuerdos contractuales.
Si bien los costes fijos pueden cambiar con el tiempo, no se deben a cambios en la producción. Por ejemplo, las alteraciones en los acuerdos contractuales o las modificaciones en los alquileres pueden afectar al ritmo de pago de los costes fijos.
Cómo calcular los costes variables
La siguiente fórmula indica cómo calcular los costes variables, para así determinar si han aumentado o disminuido:


Ejemplo de costes variables
Como ejemplo de costes variables, supongamos que Reino Unido está experimentando una recesión económica. En este escenario, las empresas esperarán que sus costes variables disminuyan como consecuencia de la reducción de la demanda de los consumidores.
Es posible que la compañía tenga que recortar puestos de trabajo o comprar menos cantidad de los materiales que utiliza para fabricar sus productos.
Por otra parte, si se da un período de crecimiento económico, las compañías esperarán que la producción aumente como consecuencia del incremento de la demanda. Por lo tanto, una compañía necesitará comprar más materiales y quizás contratar a más trabajadores para fabricar sus productos. Debido a ello, los costes variables aumentarán en consonancia con el aumento de la demanda.